Monday, January 15, 2007

La escala de India

En India se venden más motos que coches. Mi casero dice que hace 20 años en Delhi apenas pasaban coches por delante de nuestra calle, y que ahora se quiere ir a otro lugar porque Delhi es un coñazo de coches y ruido. Lo de coñazo lo digo yo, porque el tipo es un abogado de la corte suprema retirado y es muy educado, siempre. Además es muy amable, Mr. Bagai se llama. Un día entrará por aquí y le rendiré mi pequeño homenaje. A pesar de que no tira siempre el agua caliente, no le guardo rencor. Buen futbolista, mejor persona (que diría Michel)

Madrid sí es un coñazo de coches. Delhi está petado de artilugios de locomoción. Se dividen en coches, autobuses, camiones, "el del carrito" (alucinarías con lo que mueven estos tipos), rickis, bicicletas y motos, muchas motos. Pocas cosas me parecen que tienen menos sentido que esas concentraciones de moteros en Jerez, en las que uno se la piña contra otro por hacer el moña en la moto mientras todo el mundo sonrie, otro se le quema la barba con el tubo de escape, el otro nos enseña su chupa de rebelde "quieroqueteenteres".

Yo sólo le estoy pillando el punto a encontrar un medio de transporte que me mueve de lado a lado y en el que la entrepierna te ruge un poco más. Jamás pensé que iría a India, jamás pensé que tumbaría en las curvas, pensaba que era para otros. Cuando vi las distancias en Delhi supe que necesitaba una moto. De momento un par de sustos por conducir a lo occidental, se me pira y no me doy cuenta que estoy en India y aquí el tráfico también es peculiar. Sé que estoy eufórico con lo de la moto, y ya me han dicho que ojito con la euforia y la moto que al final te la acabas dando. Yo tengo mi moto para que me resuelva problemas no para que me los cree, es lo que me repito cuando conduzco. Nunca he tenido miedo.

No tengo fotos de mi moto. Todavía no esta bautizada pero ya tiene su pegatina de Ganesha. Las marchas no van bien y tienen su pequeño truco. Me gusta así porque ahora sólo la sé conducir yo. Aunque el otro día la pilló un indio y el tipo no lo hacía nada mal. Yo me relamía en plan comadreja pensando que me pedría ayuda y el tipo me dio una lección de conducción sin decir ni mú. Estos indios son la leche.

Con la moto llegas a más lugares porque siempre te pierdes. Los cachondos de los indios o no saben lo que es la escala o piensan que es una minor thing. Ves un mapa y nunca está a escala. De hecho ven un mapa y no les interesa el mapa. Prefieren sacar su boli, darle la vuelta al mapa y pintarrajear en la parte de atrás su propio mapa. Mucho más clarito. Como la luna, aquí los mapas tienen dos caras. Una que ves y otra que no ves pero que te lleva al lugar que quieres.

Antes de venir a India vi este video y alucinaba. No le veía el sentido. Ahora yo soy el que está dentro del lado oscuro del tráfico, que curiosamente me parece más claro y excitante, para que negarlo. Todavía no he visto ningún accidente, y no me explico como en España pueden haberlos. Aquí sólo hay tres reglas : pita para avisar que vienes, no te me enfades si te hago la pirula y no vayas muy deprisa que ésto no es un juego aunque lo parezca.

Ahora que lo pienso quizas estos indios sí utilizan la escala, pero para las cosas que realmente importan.

Tuesday, January 02, 2007

Shiva

Cojo el teléfono movil y llamo. Hablo y escucho. Me despido, aprieto el botón rojo y me digo que se ha terminado. Voy a la cocina a prepararme un chicken con nuevas especias, enciendo el gas y no enciende. Compruebo la bombona, la levanto y meneo. Algo dice que se ha terminado. Enciendo la tv, pongo una peli. Llegan los créditos finales y se supone que ha terminado. Todo el mundo ha visto una hoguera extinguirse y no está tan claro cuando termina. Ahí están las brasas. Una relación sentimental es un ejemplo muy plástico. Puedes decir que se ha terminado, pero realmente lleva un tiempo para que termine, y cuando pasa no sabes decir cuánto duro exactamente. Eso dando por supuesto que terminan, porque tampoco está tan claro que desaparezcan y no que simplemente hayan cambiado o evolucionado. ¿Cuándo se acaban las cosas? ¿Cuándo lo dice el calendario o cuando lo dices tú? (creo que veo demasiado Sexo en Nueva York)
En India las tres divinidades más adoradas representan la creación, conservación y destrucción.Shiva es el dios de la destrucción. El dios que se encarga de que las cosas mueran. Tiene muchos más templos consagrados a él que Brahma, el dios creador.
Es bonita la paradoja.
Llegué a India el día 21 de octubre. Esa noche se celebraba divali, el fin del año indio. Los minutos antes de aterrizar la ciudad me regalo fuegos artificiales. Creedme cuando os digo que significó algo. Ni idea pero me saco la sonrisa y pensé "Curiosa ciudad, ya me está conquistando y todavía no la he pisado". Los indios celebraban Nochevieja. El divali no dura ni uno ni dos, sino cinco días. El año termina más despacio.
No es tan fácil para algunos decirse que se acaba algo. Si dejas que tus tripas saquen tu deseo por lo inacabado, no sabes decir muy bien cuando se termina un amigo, un sentimiento, un libro, una peli, una conversación o un ruido. Con los años pasa lo mismo. Depende del uso que les des terminan antes o después. Hay gente que les pone un candado, un lazo y los almacena en estanterias en fotos y ahí se quedan. Incluso les ponen nombres "El Año en que me licencié", "El Año de la boda",etc...Otros siguen poniendo la fecha mal aposta en febrero. Todavía no creen que haya terminado ni si lo hará. Los llevan a cuestas.
Yo los uso para contarlos, cuando por ejemplo me quiero comprar una moto de cuarta mano, y para vivirlos. Sólo tengo uno con nombre, el Año en que nací. Nunca he pensado en que se haya terminado y ya no esté. Quizas piense que todavía puedo vivirlo un poco más y por eso no le dejo terminar. Quizas no hago más que joderle con esto de no dejarle marchar.
En Delhi utilicé la Nochevieja para volver a no terminar el año, a pesar de que tome las uvas tres veces. Campanadas bajadas de youtube que podías martillearte cuando quisieses. Como para que te lo termines de creer. Yo repetía porque me parece cachonda la estampa y por el gorrito que te dan después. Hicé como si me creyese que se había acabado, repartía abrazos a diestro y siniestro y brindaba con champán. Disfruté de la noche charlando, jugando a nuevos juegos y deleitandome el paladar con spanish cuisine. Aprendí uno de los juegos mas entretenidos y sencillos que nunca he jugado. Gracias abuelo. El juego avanzaba, retrocedía e incluso rebotaba. Pensé que yo también podía rebotar en esta Nochevieja y volver. Pillar un año de los anteriores ya vividos y usarlo de nuevo, o incluso saltar hacía adelante y traerme el 2030 y vivirlo ya. Quizas debería hablar con Shiva y ver que le parece, igual no le hace mucha gracia o quizas se parta de la risa en mis narices, al fin y al cabo creo que todos podemos jugar a ser dioses con nuestra vida.